Soy mujer tostada de sol y luna. Mi evangelio son las letras del alfabeto desparramadas en el temblor de una rosa.
Angelal
En mi voz de mujer
martes, 28 de junio de 2011
XV Encuentro Internacional de Poetas Zamora, Michoacán-México
Otomi
San Felipe de los Alzati
Michoacán, 2008
plata y gelatina
papel impresión cromogenea
Me asomé al mapa para saber el punto exacto donde estaba ubicado Zamora, Michoacán
en México y por supuesto descubrir el país que colgaba en el verde de mis recuerdos.
Seguramente sus habitantes han sentido que han iluminado esa memoria con las celebraciones al amor, al deseo, al cumpleaños de mamá donde los mariachis eran la anticipación de su reinado.
Aparecía entonces el esplendor de las canciones a la mitad de la noche llamando al festejo, a la alegría y nos ataba al vértigo de otro mundo, el mundo méxicano.
Para mi como poeta es muy importante descubrir mi poesía en otro país sacando del fondo de mi alma todo aquello que he amado, la casa vieja que tomó el color de la alegría de mi infancia, los recortes de las palabras que papá colocaba en una bolsa y las lanzaba al cielo para que cayeran en mi piel y se quedaran tatuadas para siempre.
Allí conocí a 50 poetas que llegaron de otros países a participar de este encuentro que lidera el doctor Roberto Resendiz, bella manera de aproximarnos a los demás, donde hay un disfrute y un aprendizaje universal.
Entre muchas de las presentaciones que hice se quedo grabada la visita a la escuela Gabriela Mistral, casa de palabras con movimiento, memoria, sin fronteras. Es un pasadizo desde la calle hasta el patio de recreo que invita al asombro, la sonrisa y el abrazo.
Los maestros son un camino de epifanías y nos esperaban como un acontecimiento significante a través del cual dejamos huellas de amor y de belleza.
Javier González de España, Jorge Manuel Herrera de México y por supuesto Angela Penagos de Colombia, legíon de poetas elegidos para visitarla.
Entre latidos nos fundimos con la gracia infantil que nos rodeaba señalándonos con el dedo diciendo: "Llegaron los poetas".
Lo simple se hizo forma, el embrujo de un timbre dio voz a las palabras y escribo en el amén de los aplausos, alianza que guardaré por siempre en mi cuarto poblado de luz con las caritas que sonríen por mi ventana y me cuentan que la escuela nos dice lo que somos.
Además nos entregaron la antología con los poetas participantes y la escultura "La Ourensana del maestro Pedro Buciños, de Galicia para el mundo, celebrando la participación y mantener encendida la llama de la palabra, intercambio de conocimientos y el abrazo sentido y sincero de los poetas que llegaron de muchas partes del mundo.
Para mi esta experiencia fue muy valiosa porque me permitió entregar mi obra, realizarme como poeta y lo más importante saber que cuando se viaja no hay fronteras, que el arte nos une y nos llena de esperanza.
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