Soy mujer tostada de sol y luna. Mi evangelio son las letras del alfabeto desparramadas en el temblor de una rosa.
Angelal
En mi voz de mujer
lunes, 30 de julio de 2012
miércoles, 25 de julio de 2012
Del escritor Antonio Botero Palacio
DIVAGACIONES EN TORNO A LA OBRA “ECOS DE MARIMBA”, DE ÀNGELA PENAGOS LONDOÑO.
Desato las sandalias para llegar al templo de tus sueños, Ángela Penagos estoy escribiendo con los ojos cerrados para penetrar en tus sueños.
El llanto congelado de las lágrimas furtivas va rompiendo el cristal de los piélagos donde aúllan los canes de la miseria humana.
Y, un sabor de nostalgias va destilando el rastro que dejaron las huellas de una raza cautiva.
Sones doloridos de marimbas pulsadas por manos sarmentosas que escribieron ausencias, van lanzando a los vientos las voces que silenció la muerte.
“A bordo de un bajel sin viento”, signos de ausencia aúpan la trashumancia de destinos inciertos, y, mientras tanto, en la casa de Belén, como en La Casa Grande que hicieran mis abuelos, arde la soledad, muerde el silencio, y, se estremece el sueño de los viejos tejados que allá por otras lunas fabricaron las manos anquilosadas de sueños patriarcales.
En La Casa Grande también “la ventana guarda el tiempo del sueño y la guitarra”, y, en noches de plenilunio se estremece el paisaje con el vibrar de cuerdas que ataron corazones sobre la media-luz de una luna enfermiza que fue testigo del cadencioso lenguaje de serenatas campesinas.
Y, fíjate Ángela, cómo allá sobre el pasado, “cuando papá llamaba a recoger palabras en la inmensidad del patio, pájaros, castillos, duendes, caballitos de mar caían en mi mochila tejida de esperanza niño”.
¿Cómo hiciste, buscadora de sueños para volverte enredadera florecida, en torno a mis sueños de niño?
Gracias Ángela, bebí de tus recuerdos y estoy ebrio de sueños.
Ángela Penagos, rumor de sueños que hiere las distancias que miden la existencia.
Voz enhebrada en filigranas de oro para adornar las carnes amoratadas de quienes buscan lo inasible en los recovecos de la soledad y del olvido.
Retazos de inocencia que amortajan los sueños de los niños que buscan en las noches los héroes que compartieron sus sueños fantasiosos en la última fábula que les leyó el abuelo.
Acá, bajo la lluvia de soles que tú sueñas, eres tú Ángela, la que abre la mañana de las flores, la que entiende el arpegio con que aduermen las mirlas las tardes de verano.
Acá estoy, Ángela bajo las sombra de estos guayacanes, que así, tendidos sobre la piel rugosa de esta tierra reseca, parecen retazos de arreboles que arrastró la ventisca desde un ayer lejano que sepultó luceros vesperales.
Yo, también “soy viajero entre los otros donde cruza un río nuevo”
Yo, también, Ángela, me he perdido en tus sueños.
Antonio Botero Palacio
Julio 19/2012.
lunes, 9 de julio de 2012
Carrera de la Mujer en Medellín
Haber participado de la Carrera de la mujer fue una experiencia gratificante y vivificadora. Se aprende mucho del alma de la mujer. Juntas construyendo la paz luminosa que silencia la muerte.
He soñado con encuentros renovadores que nos deje una caricia en el alma y tengo que testificar que este evento de ciudad para la vida me hizo temblar el alma.
Reflejarnos en el espejo profundo de la ciudad que quiere construir un mundo sin violencia, dejando correr la vida que nos separa de las tinieblas.
jueves, 5 de julio de 2012
Periodico El Mundo - Libro Ecos de Marimba
Ecos de marimba
Autor: Sergio Esteban Vélez
5 de Julio de 2012
Ángela Penagos Londoño, una de las mujeres más profundamente poéticas de Antioquia, presenta por estos días su nuevo libro “Ecos de marimba”, el cuarto de su viñedo líricoÁngela Penagos Londoño, una de las mujeres más profundamente poéticas de Antioquia, presenta por estos días su nuevo libro “Ecos de marimba”, el cuarto de su viñedo lírico, luego de “Silencio del Mandala”, “Umbral del ángel” y “Tras el velo, una historia”, que tan positivamente nos sorprendieran en este último decenio, en el cual Ángela se ha consagrado por completo a la misión de las artes y las letras.
El lanzamiento de esta nueva producción suya es motivo de celebración para la comunidad literaria de la ciudad, especialmente para las mujeres artistas y poetas, que han visto en Ángela no sólo a una gentil y solidaria colega, sino también a una líder llena de energía y de buenas ideas y proyectos, siempre presta a gestionar recursos y apoyos para desarrollar programas que exalten el talento de las mujeres creadoras de nuestro departamento.
A esta mujer corajuda, se debe en gran medida el éxito que ha alcanzado la Red de Mujeres Artistas de Medellín, que tanto ha figurado en este lustro en el panorama cultural de nuestra Bella Villa. Ángela ha sabido conducir los destinos de esta necesaria organización con la misma inteligencia y carácter con que ha logrado la materialización de los objetivos del Consejo de Cultura de El Poblado, y con la misma entrega absoluta, visión y recursividad con que dirigió la Corporación Mujeres Poetas de Antioquia. Otra de sus obras-hijas ha sido el Encuentro “Poesía por la Paz”.
Para comprender debidamente las dimensiones y vibraciones de la obra de esta mujer-poema, vale la pena recordar algunos fragmentos de un hermoso texto que sobre ella escribiera quien es verdadera autoridad en poesía escrita por mujeres, la gran Olga Elena Mattei: “Ángela Penagos combina la ingeniosidad con figuras de esplendor poético (...) Las palabras más sencillas, sin rebuscamientos, las puede usar sin caer en lo simple, porque portan ideas con imágenes llenas de belleza y fantasía (...) La saudade, o la nostalgia por los seres queridos ausentes, no se comenta con ninguno de los sustantivos o adjetivos llorosos y plañideros comúnmente usados en estas elegías. Y así, en todas las memorias de reclamos o de vivencias tristes que Ángela Penagos describe, se cierne un deje de cotidianeidad que ella encapsula como bocetos de un pintor de bodegones domésticos, capaces de traer al lector a sus propias escenas. (...) Y las palabras sencillas las sabe convertir en herramientas para excavar las profundidades del alma humana. (...) Y también es capaz de hundir su embudo penetrante con meditaciones existenciales en el núcleo de cualquier objeto común al cual le encuentra facetas introversas”.
Y antes de concluir, uno de los buenos poemas del nuevo libro de Ángela, ese que, justamente, le da el título al libro, “Ecos de Marimba”: “Acomoda mi cuerpo destechado en lo urbano de tu río/ y esconde mi niñez en el festejo de tus cerros.
Soy una niña negra amasijo de tierra./ Labios de pez. Oración de brasa/ piel dispuesta para el rito.
Traigo en mis ojos el luto largo de mi madre/ paridora de penas y desvelo de siglos.
En la cinta de mi pelo percusión de selva/ música invisible de un noviembre/ sin retorno”.
Estamos seguros de que este nuevo volumen de la obra de la aguerrida y espiritual Ángela llegará al alma del público y producirá la misma fruición que han sentido tantos lectores y tantos espectadores de recitales suyos en Colombia, México, Cuba, Argentina, Perú y Ecuador, entre otros santuarios de la lengua castellana, esa, la gran amada de nuestra protagonista de hoy.
El lanzamiento de esta nueva producción suya es motivo de celebración para la comunidad literaria de la ciudad, especialmente para las mujeres artistas y poetas, que han visto en Ángela no sólo a una gentil y solidaria colega, sino también a una líder llena de energía y de buenas ideas y proyectos, siempre presta a gestionar recursos y apoyos para desarrollar programas que exalten el talento de las mujeres creadoras de nuestro departamento.
A esta mujer corajuda, se debe en gran medida el éxito que ha alcanzado la Red de Mujeres Artistas de Medellín, que tanto ha figurado en este lustro en el panorama cultural de nuestra Bella Villa. Ángela ha sabido conducir los destinos de esta necesaria organización con la misma inteligencia y carácter con que ha logrado la materialización de los objetivos del Consejo de Cultura de El Poblado, y con la misma entrega absoluta, visión y recursividad con que dirigió la Corporación Mujeres Poetas de Antioquia. Otra de sus obras-hijas ha sido el Encuentro “Poesía por la Paz”.
Para comprender debidamente las dimensiones y vibraciones de la obra de esta mujer-poema, vale la pena recordar algunos fragmentos de un hermoso texto que sobre ella escribiera quien es verdadera autoridad en poesía escrita por mujeres, la gran Olga Elena Mattei: “Ángela Penagos combina la ingeniosidad con figuras de esplendor poético (...) Las palabras más sencillas, sin rebuscamientos, las puede usar sin caer en lo simple, porque portan ideas con imágenes llenas de belleza y fantasía (...) La saudade, o la nostalgia por los seres queridos ausentes, no se comenta con ninguno de los sustantivos o adjetivos llorosos y plañideros comúnmente usados en estas elegías. Y así, en todas las memorias de reclamos o de vivencias tristes que Ángela Penagos describe, se cierne un deje de cotidianeidad que ella encapsula como bocetos de un pintor de bodegones domésticos, capaces de traer al lector a sus propias escenas. (...) Y las palabras sencillas las sabe convertir en herramientas para excavar las profundidades del alma humana. (...) Y también es capaz de hundir su embudo penetrante con meditaciones existenciales en el núcleo de cualquier objeto común al cual le encuentra facetas introversas”.
Y antes de concluir, uno de los buenos poemas del nuevo libro de Ángela, ese que, justamente, le da el título al libro, “Ecos de Marimba”: “Acomoda mi cuerpo destechado en lo urbano de tu río/ y esconde mi niñez en el festejo de tus cerros.
Soy una niña negra amasijo de tierra./ Labios de pez. Oración de brasa/ piel dispuesta para el rito.
Traigo en mis ojos el luto largo de mi madre/ paridora de penas y desvelo de siglos.
En la cinta de mi pelo percusión de selva/ música invisible de un noviembre/ sin retorno”.
Estamos seguros de que este nuevo volumen de la obra de la aguerrida y espiritual Ángela llegará al alma del público y producirá la misma fruición que han sentido tantos lectores y tantos espectadores de recitales suyos en Colombia, México, Cuba, Argentina, Perú y Ecuador, entre otros santuarios de la lengua castellana, esa, la gran amada de nuestra protagonista de hoy.
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