Soy mujer tostada de sol y luna. Mi evangelio son las letras del alfabeto desparramadas en el temblor de una rosa.
Angelal
En mi voz de mujer
martes, 1 de septiembre de 2015
Con los ojos nuevos
Viajar es vivir. El viaje me regala amigos, conocimiento, converso con niños, hombres y mujeres en la cotidianidad de la vida. Me conecto con la inmensidad del tiempo y del espacio. Me expande la conciencia y me da comprensión universal. No soy la misma después del viaje.
Llevo conmigo el registro de las imágenes que me regalan los lugares que visito. Me gusta andar con gente que rie y que se asombra. La que sabe mirar y mirar.
Ya no se quien soy en el viaje. A veces me siento árbol. Piel llena de sombras y plumas en mis espaldas. La piedra que arrastro. La ventanita verde y la cara sudorosa de los campesinos.
Ya se me mojaban los ojos esa mañana al ver por el balcón del hotel como fulguraba el atardecer. Fugaz instante. El mundo se sumergió en el lago y me reconcilió con la vida. Estoy viva.
Ángela Penagos Londoño
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