
GEOGRAFÍA DEL BESO
Renovar la sangre
como la flor al brirse
siempre en su olor.
Nuestros labios
dejan de lado
el mundo
mientras el día se alarga
en su primer paraiso.
El corazón
aprendió
a presagiar sonrojos
en la magia del festejo
mientras salivas mi boca
de azahares.
Ángela Penagos Londoño